LÍDERES POLÍTICOS / Jesús Belmont Vázquez/ Oxígeno a Mipymes

LÍDERES POLÍTICOS

Jesús Belmont Vázquez

Oxígeno a Mipymes

Congreso de la Unión.- Si bien existen diferentes programas que apoyan a las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes), los efectos de estos no permean a toda la comunidad empresarial de forma equitativa.
De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la esperanza de vida promedio de una empresa recién creada en México es de 7.8 años, por lo que es poco probable que llegue a consolidarse en el mercado nacional.
Aunque la esperanza de vida depende de diversos factores (marca, calidad de los productos y servicios, cuestiones administrativas, ventas y planeación), hay que reconocer que las Mipymes se enfrentan a un mercado adverso, sobre todo en los momentos que vivimos de confinamiento extremo como consecuencia de la pandemia del coronavirus Covid-19.
Desde el inicio de sus operaciones, este sector empresarial debe competir con grandes empresas que cuentan con una mayor solidez financiera, así como una compleja estructura tecnológica (características que poseen las compañías extranjeras y las grandes empresas, particularmente).
Otro aspecto a considerar es que para las Mipymes resulta difícil integrarse a cadenas de proveeduría de alto valor agregado, pues para ser proveedor de alguna empresa, deben contar con diversas certificaciones que acrediten la calidad de sus procesos y productos y en realidad son pocas las empresas que pueden costear las certificaciones requeridas.
Caso diferente ocurre con el gobierno, pues al publicarse los procesos de licitación, las dependencias gubernamentales suelen solicitar requisitos que normalmente las Mipymes se ven imposibilitadas para cumplir, por lo que automáticamente quedan fuera del business.
En este aspecto, se puede decir que el mercado de desarrollo de este sector empresarial queda limitado a una estrategia de ventas local, que les permita adquirir recursos para cubrir los costos de operación de su actividad, dejando de lado nichos como la proveeduría a gobierno o a empresas trasnacionales.
Pero su valor en el grueso de la economía es innegable. Existen en el país alrededor de 4.1 millones de Mipymes que aportan 42 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) y generan nada menos que el 78 por ciento de los empleos.
Las cifras nos dicen la relevancia de su participación en la actividad económica, por lo que resulta necesario darles oxígeno financiero en momentos en que muchas de ellas están al borde de la quiebra por razones por todos conocidas.
Otro de los datos que debemos considerar es que solamente el 23 por ciento de las Mipymes cuenta con financiamiento de la banca comercial, lo que representa una de las principales limitantes para su expansión y supervivencia.
Desde principios de abril pasado líderes empresariales advirtieron que si el gobierno federal no otorgaba recursos extraordinarios para las micro, pequeñas y medianas empresas, el país sufriría una alta mortandad de empresas.
La sugerencia del sector empresarial fue que si no se definía una ruta para mitigar el impacto económico de la pandemia, un gran número de empresas se vería obligado a cerrar.
Se urgió al Presidente a establecer un plan de rescate económico con medidas oportunas para que las Mipymes tengan recursos para enfrentar la crisis y garantizar el pago de rentas, salarios e impuestos.
Y es que entre más cierres de empresas se registren a nivel nacional, más difícil será la recuperación económica.
Es una realidad que las empresas pequeñas no van a poder salir salvas de esta contingencia sanitaria que se ha traducido en una crisis económica sin precedentes y de consecuencias aún impredecibles.
No hay empresas, especialmente las micro, que puedan aguantar más allá de un mes sin tener ingresos, por lo que el panorama es poco alentador. Se espera mayor desempleo y una mortandad de estas empresas que hará más difícil la recuperación.
Todo esfuerzo que se haga por apoyarlas es digno de tomarse en cuenta.
Por ello adquiere importancia el Programa Crédito a la Palabra encabezado por el gobernador de Chiapas, Rutilio Escandón Cadenas, que constituye un ingreso superior a los dos mil 400 millones de pesos en beneficio de 96 mil negocios de la entidad.
El programa busca precisamente rescatar a las micro, pequeñas y medianas empresas que están siendo afectadas por las medidas de confinamiento decretadas a nivel nacional para mitigar los contagios del nuevo coronavirus.
Escandón Cadenas lo dejó muy claro: “Estos recursos no son para lucro político, se deben a la visión del presidente Andrés Manuel López Obrador con el objetivo de que tengan la posibilidad de salir adelante. Aprovéchenlos a fin de tener un mejor destino y hacer posibles sus deseos de superarse ante la emergencia. No tienen necesidad de quedar bien con ningún grupo u organización. Si algún vivales quiere hacer uso político, denúncienlo y se enfrentará a la ley”.
El gobernador sostuvo que estos créditos de 25 mil pesos ya son una realidad, y así como ocurre con los otros programas, en su dispersión están sumadas las autoridades de los tres órdenes de gobierno para evitar contratiempos, principalmente, las y los servidores de la nación, quienes van al frente de esta importante acción.
A nivel mundial las Mipymes representan el segmento de la economía que aporta el mayor número de unidades económicas y personal ocupado; de ahí su relevancia y la necesidad de fortalecer su desempeño al incidir de manera fundamental en el comportamiento global de las economías nacionales y regionales./ Jesus.belmontt

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